Con el paso del tiempo vas viendo que no todos los caballos van bien para lo que nosotros queremos. Es muy importante tener en cuenta una serie de condicionantes para tener un buen caballo. Como por ejemplo su morfología, los movimientos, la belleza (el más importante para muchas personas), el carácter (caballos que pueden tener mucho miedo, nerviosos o muy explosivos, que luego son complicados u otros aspectos que nos pueden condicionar la salud del caballo: problemas de piel, como alergias que se transmiten de padres a hijos y por todo esto hay es importante seleccionar.